viernes, 13 de abril de 2012

Mentiras

 Hola Dani, ¿te acuerdas de mi? Soy tu conciencia, la que parece que olvidaste junto al cordón umbilical o cada vez que empiezas una mentira. Vengo acompañada de tus remordimientos y te vamos a joder el post, a ver si cambias ya de una vez, que falta te hace hijo... 
 ¿Eres consciente de que si te pusieran un polígrafo serías considerado del 3% de los psicópatas que aunque mienten, el polígrafo determina que dicen la verdad? Lo peor de todo precisamente es eso, que tú mismo te crees tus propias mentiras. Esto hace mucho tiempo que debería habértelo dicho, pero por alguna extraña razón siempre me evitas. Será que tienes miedo a enfrentar tus propias mentiras. O tus propias verdades, que aún es peor.
 Acéptalo: Tu vida gira en torno a miles de ellas. El problema es que no basta con solo aceptarlo, tienes que actuar y cambiar esa asquerosa faceta tuya. Pero claro, ahí está mi enemiga más acérrima: la vagancia, la holgazanería que como si del Diablo del otro hombro que se aparece se tratase, impide que haga mi trabajo. Y claro, la solución más rápida y eficaz que encuentras para salir de tus enredos es mentir. Pero ya estoy harta ¿sabes? ¿No te das cuenta de que así destrozas tu vida?
 Hace días que me harté y estallé, tú sabes muy bien de qué te hablo. ¿Cómo puedes tener la semejante sangre fría de mentir sobre ciertas cosas? Algún día te van a coger, y no esperes que nadie esté ahí para ayudarte, ya que gracias a tus propias mentiras, les habrás perdido.
 Sinceramente creo que lo tuyo roza los límites de la mentira compulsiva, te lo digo muy en serio. Porque no solo te basta con contar mentiras de proporciones épicas, sino que encima exageras cualquier situación (sé que no es una mentira al 100%, pero exagerar es una forma de mentir). Cualquier anécdota que te haya pasado, cualquier situación en la que te hayas visto involucrado, la tergiversas de tal forma que suene mejor, o simplemente para que el público se enganche más a "la historia". De hecho, situaciones que imaginas solo tú las cuentas como si huberan sucedido en realidad, cuando sabes perfectamente que no ha sido así. Pero claro, crees que los demás estarán más atentos a eso que a tu simple y aburrida vida. ¿Puede ser que busques la atención que crees no tener?
 Dime, ¿qué consigues cuando cuentas mentiras? ¿Sentirte bien contigo mismo? Porque te voy a decir que estás bien equivocado; de otra forma, no estarías escribiendo estas líneas. De las cuales encima, tontito de ti, crees que va a nacer la redención que crees necesitar.
 Te digo una cosa muy en serio: Creo que la hostia que deberían haberte dado de pequeño no te la dieron. Así de claro. INTENTA CAMBIAR. CREO QUE TODAVÍA ESTÁS A TIEMPO.

 Y por cierto Dani, ya sé que no viene a cuento, pero ya que por una maldita vez hago acto de presencia, me voy a quedar agusto diciéndotelo: ¿Cuándo dejó de interesarte leer?

No hay comentarios:

Publicar un comentario