Vale, como imagino que ya
sabréis los 3 o 4 gatos que seguís este blog, últimamente me he enganchado a
una red social que todos conoceréis bastante bien: Twitter. Y es que lo mío no
es normal, lo reconozco. Puede que incluso me haya enganchado demasiado, pero
me resulta agradable, es como una puerta que se me abre al mundo, un punto de
conexión gracias al cual permanezco en contacto con gente que quiero, con
conocidos e incluso con gente que he conocido en la misma red social y con los
que he entablado muy buena conexión. ¿Me distrae de la soledad londinense?
Puede. Pero ese no es el caso. De eso ya me encargaré otro día.
El caso que nos atañe hoy
es otro. Ya que, al igual que encuentro Twitter una herramienta bastante práctica,
también reconozco que tiene sus fallos. Fallos que son UNA PUTA MIERDA ASÍ DE
GRANDE, para qué nos vamos a engañar. Yo, que soy un chico muy de hacer rankings,
me he decidido a hacer uno de las ‘5 cosas que me reputean el toto de Twitter’.
Sin más, paso a analizarlas de menor a mayor grado de aversión:
5 – Ciertos hashtags y
TTs en general
No hay odio en el averno
ni animadversión en el infierno más profundos que los que yo siento hacia
ciertos hashtags que al final acaban coronándose como Trending Topics.
A saber: TTs fanáticos (no voy a hablar de las “fanses” más activas en
este campo ¡COF!beliebers¡COF!), TTs sobre un tema en concreto (GH, Fórmula
1, fútbol,…) que acaban colapsando la lista de los 10 más hablados, el hashtag
promocionado por el propio Twitter (¿alguien le hace caso?) o los TTs
que van cambiando cada 2 minutos (los cuales, a las 23:01 son el máximo exponente
de la estupidez “tuiteril” pero a las 23:02 nadie se acuerda de ellos,
desapareciendo sin dejar huella como dinero desparramado en safaris en
Bostwana). ¿”HENCERIO” LA VIDA? Los #hashtags están bien, pero la gente
abusa demasiado y sin sentido de ellos…
4 – Indirectas
Vamos a ver almas de cántaro
cómo explico esto sin ofender a nadie: ¡SOIS TONTOS! Además, es inútil.
Escribiendo tweets del rollo: “¡Que te jodan, ZORRA!”, “Tienes lo que te
mereces”, etc., decidme: ¿qué pretendéis conseguir con ello? Si no mencionáis a
la persona en cuestión ¿de qué sirve? ¿De desahogo? ¿Cómo te vas a desahogar si
nadie se va a dar por aludido? ¿Pretendes hacerte el “chachi-piruli” haciendo
que la gente se ponga a pensar si va dirigido hacia ellos o no? Demasiadas
preguntas que mi cabeza y mis pies no están dispuestos a responder.
3 – Los pupas y los
aludidos en exceso
Esa gente… ¡ESA GENTE!
Esa gente que nació quejándose y morirá quejándose. Ellos cuando nacieron
pidieron una hoja de reclamación porque todo estaba lleno de sangre… Es normal
que en cualquier momento del día (1, 2, 3, 4 veces a lo sumo (¿Creíais que iba
a hacer el chiste de “¡DALE!”? ¡Pues no!)) te quejes por algo, ¿pero siempre?
Que es ir al TL de estas personas y ver páginas y páginas y páginas y páginas
de quejas, llantos, lloros,… ¡Que parece eso el muro de las lamentaciones! ¡Que
si le doy a RT, en vez de retweetear, el tweet se pone a
llorar! De la gente que se da por aludida sin haberles dicho nada a ellos
directamente pero que se creen el ombligo del mundo o al menos de tus tweets
prefiero no hablar, que me hierven la sangre. ¡JESÚS, AL CIELO CON ELLOS!
2 – Fallos de Twitter
Esa maravilla de la
naturaleza tecnológica... Ese prodigio de las redes sociales… ¿Qué me decís del
famoso “¡Vaya! Ya has twitteado eso”? ¡Vaya, TU PUTA MADRE! ¡Pero si ni
siquiera he empezado a escribir! Y esos maravillosos RTs y FAVs que sin saber
ni cómo ni cuándo ni de dónde han salido, pero parece como si el fantasma de
Jack el de Titanic (muy de moda últimamente, se ve que Cameron necesitaba
recaudar dinero para Avatar 2 y 3) se te hubiera aparecido y con su dedo
tembloroso por la congelación hubiera cogido tu ratón y hubiera empezado a retwittear
y favear como si no hubiera mañana. Por no hablar del follow/unfollow
involuntario, que te mete en un compromiso más grande que yo qué sé qué… Twitter,
si es que peco de inocente y es porque en realidad eres demasiado inteligente y
crees saber lo que me gusta o no me gusta, tengo que darte una mala noticia:
¡NO SIRVES NI PARA LOS TELEVIDENTES DE POR LA NOCHE!
1 – Las “Tuitcams”
(TCs)
Éste creo que es el hecho
principal por el que he decidido escribir esta entrada. Esto sí que me repatea,
me desquicia, saca el monstruo que tengo guardado en lo más profundo de mi páncreas
y lo hace estallar. Esa espera eterna de 30 segundos que tiene que pasar para
que llegue tu comentario… Es que durante esos 30 segundos se ha pasado de
hablar de las pirámides egipcias al apareamiento de la zarigüeya, pasando por
los sabores de condones, el tiempo en Albacete y la nueva versión de Pitingo.
Claro, tu fabuloso comentario de “Pues yo estuve allí y fue precioso” refiriéndote
a las pirámides egipcias queda completamente fuera de lugar cuando llega y ya se
está hablando del apareamiento de la zarigüeya. Por no hablar de los ‘tropecientosmil’
beliebeDIGO… VIEWERS, que si es una TC reducida todavía, pero como haya
más gente que en la Puerta del Sol un 15 de mayo tu comentario queda eclipsado
por 21466728 comentarios más y has perdido 30 segundos de tu vida y casi las
ganas de vivir. Además, que hay cada personaje haciendo TCs… Fijaos que a veces
para dormirme me pongo una y así caigo rendido. ¡MANO DE SANTO, OYE!
Y hasta aquí mi resumen
de las 5 cosas que más odio de Twitter. Algún día hablaré de las que sí me
gustan pero tranquilos, que a esas solo les puedo dedicar 7 líneas (9 a lo sumo, pero 8 nunca, que es número par y me dan
grima). Si has llegado hasta aquí, enhorabuena, has perdido minutos de tu vida
y has ganado ganas de matarme, porque no veas el rollazo que te he pegado. Pero
tranquilos, como sé que nadie ha llegado hasta aquí despido esta entrada con un
sinsentido más grande todavía: ¡HOLA MAMÁ! CÓMPRAME PLÁTANOS PARA CUANDO VUELVA
A CASA, QUE AHORA ME APETECE UNO PERO NO TENGO Y TAL VEZ EN AGOSTO, AQUEL DÍA
ME VUELVA A APETECER :)